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domingo, 18 de enero de 2009

Por las arenas del Rocío...

La jornada comenzó a primera hora de la tarde en las instalaciones del Asilo Santa Teresa de Journet, regentado por las Hermanas de los Ancianos Desamparados de Huelva.
Dos autobuses completaban la comitiva. En el primero de ellos, perfectamente adaptado para el transporte de personas con discapacidad física y movilidad reducida, viajaron unos quince ancianos acompañados de varias hermanas de la congregación. En el otro, otros treinta mayores, junto con otras monjas, personal de servicio del asilo - una enfermera, una psicóloga y una fisioterapeuta- y como no, un puñado de voluntarios de la Asociación.A la llegada a la aldea almonteña, fuimos recibidos por el párroco del Santuario, y por dos santeros de la Virgen, que actuaron de anfitriones y de guias de la visita.
Divididos en dos grupos, fuimos visitando las dependencias donde se encuentra el fabuloso Tesoro de la Virgen, compuesto por joyas, coronas, mantos, y todo tipo de complementos, documentos, y regalos que completan la historia y el ajuar de la Sagrada Imagen de la Virgen y del Niño.
Tras esta visita, el grupo participó activamente de la Santa Misa, en cuyo ofertorio, una de nuestras voluntarias realizó la ofrenda de flores en representación de los Ancianos del Asilo. Uno de los mayores, participó también en la ceremonia realizando una de las Lecturas del Evangelio. Así mismo, durante la celebración religiosa se produjo la bendición y entrega a los mayores de unas medallas conmemorativas de la visita.

Tras la Santa Misa, comenzó la Odisea....
La merienda estaba concertada en una cafetería, distante un par de calles del Santuario, una distancia corta, para una persona con facultades físicas normales, pero no tanto para un nutrido grupo de personas de avanzada edad, de las cuales casi la mitad se desplazaban en sillas de ruedas. Tras no pocos esfuerzos, el grupo pudo recobrar sus fuerzas y disfrutar de café caliente y rosquillas rocieras.
Avanzada ya la tarde el grupo abandonó la aldea rociera, y tras un agradable viaje de regreso, donde no faltaron los cánticos y bailes populares y la anécdotas, regresamos al Asilo al filo de las diez de la noche.
Ha sido imposible reproducir en imágenes todos los sentimientos vividos en esta visita. No obstante en el video adjunto y en el album de la visita, hemos intentado resumir en 7 minutos los momentos mas emotivos de la jornada.
Gracias a toda la entidad por permitirnos realizar la visita y especialmente al resto de compañeros que no pudieron asistir, ya que se trataba de un dia laborable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnífico reportaje sobre una excepcional actividad de voluntariado.
Acciones como estas justifican nuestra existencia.

Anónimo dijo...

Me ha emocionado ver las imagenes, con que vitalidad afrontan la vida nuetros mayores ¡es admirable! Tenemos que estar muy satisfechos con la labor que hacemos.