Y en ella un barco velero...
Aunque en esta ocasión, las únicas velas que se desplegaron al viento de la ría de Huelva fueron las de la solidaridad, la amistad y el compañerismo de un puñado de voluntarios caixonuba, y las de un nutrido grupo de componentes de la ya conocida por nosotros Asociación Sísifo, en esta magnífica jornada náutico-festiva.
A bordo del "Villa de Palos", un magnífica embarcación a motor concebido para dar paseos turísticos por el entorno marítimo de las desembocaduras del Tinto y el Odiel, la expedición formada por un total de sesenta personas, embarcó desde el Muelle de la Reina, precioso enclave del entorno palermo, y lugar de indiscutible protagonismo en la concepción de lo que fué la expedición descubridora de 1.492. La singladura continuó rio arriba, en dirección a Palos, hasta el sitio conocido como el tubo, canalización que comunica ambos márgenes del rio, la palerma y la onubense, desde donde se pudieron captar unas poco habituales imágenes del entorno rabideño, de las réplicas de las Carabelas y del magnífico Auditorio de la Rábida.
No faltaron durante la travesía los apetitosos aperitivos que mitigaron los efectos negativos del mareo, a modo de gambas blancas de costa.
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